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La sede del municipio, Póvoa de Lanhoso, está dominada por su castillo, que se levanta sobre la cima de una colina, donde la Reina Teresa, madre del primer Rey de Portugal, Afonso Henriques, vivió por largos períodos, y en el que se dice la hizo prisionera después de la Batalla de São Mamede, con la que obtuvo el control del Condado Portucalense, en 1128.
Aunque es castillo fue muy modificado a través de los siglos, vale la pena admirar sus delicadas paredes y torrecillas, así como las soberbias vistas que ofrece por encima de las laderas boscosas y de cantos rodados de las sierras de Gerês y Cabreira, y de los bonitos valles de los ríos Ave y Cávado.
A unos tres kilómetros de la ciudad, también merece una visita la Iglesia de Fonte Arcada, en estilo románico, que data del siglo XII.
Hacia el sur del condado, en Taíde, el Santuario de la Senõra de Porto de Ave, fue construido en el siglo XVIII con dinero enviado por emigrantes residentes en Brasil. Además del claustro de forma octogonal, exhibe una escalera con capillas a ambos lados, las cuales muestran figuras y escenas de la vida de Cristo. Aunque ya no atrae gran número de peregrinos, el templo, rodeado por grandes robles, castaños y alcornoques, es un sitio sumamente agradable.
En cuanto a la gastronomía se refiere, en Póvoa de Lanhoso encontraremos un delicioso asado de cabrito, excelente ternera y el pan de maíz típico del norte de Portugal.
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