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El municipio de Mesão Frio marca el final de las tierras donde domina el cultivo del
vinho verde y la entrada a la región vinícola del Porto.
Situados sobre el río Duero y envueltos por las majestuosas alturas de la Sierra de Marão, sus viñedos crecen protegidos por las pendientes y refuerzan la magia del paisaje del Alto Duero.
Aunque pequeño, el pueblo de Mesão Frio merece una visita para admirar su antigua picota, la delicada Iglesia Matriz de San Nicolás (reconstruida en 1877, conserva el magnífico techo del siglo XVI, en forma de tableros, donde cada uno ofrece el retrato de un santo) y el
Convento de São Francisco, un monasterio franciscano en cuyos claustros originales del siglo XVIII ahora se aloja la Oficina de Turismo y el Ayuntamiento.
Pero es el paisaje bucólico de viñas cultivadas sobre las cuestas, granjas pequeñas y pueblos y capillas pintorescos lo que realmente retrata el carácter de la región.
También pueden verse interesantes mansiones, como la
Pousada do Solar da Rede, construida en un estilo barroco pródigo.
Mesão Frio también es conocido por sus tejidos de mimbre y por dos especialidades gastronómicas: las
falachas (pasteles de castañas) y un arroz delicioso cocinado al horno.
La animada feria de San Andrés, a principios de diciembre, atrae muchos visitantes al pueblo y transforma la normalmente tranquila atmósfera de esta zona agrícola.
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