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La histórica ciudad de Chaves, que se levanta sobre un valle fecundo, fue fundada en el año 78 bajo el nombre de
Aquae Flaviae por los romanos, que escogieron el sitio no solamente por su importancia estratégica, sino también atraídos por sus termas y los yacimientos de oro encontrados en la zona.
Consecutivamente invadida y ocupada por los suevos, visigodos y moros, Chaves es ahora una urbe rica en monumentos y bellezas naturales, famosa por sus manantiales.
Su casco histórico antiguo exhibe plazas y calles medievales, la magnífica torre del castillo del siglo XIV que aloja un pequeño museo militar, e iglesias bonitas como la
Igreja de Santa Maria Maior (la espléndida Iglesia Matriz, con un delicado portal románico), o la
Igreja da Misericórdia (una iglesia barroca con un interior ricamente tallado y dorado, decorado con azulejos del siglo XVIII).
Una de las atracciones de la ciudad es el Museo de la Región de Chaves, alojado en el antiguo Palacio de los Duques de Bragança, del siglo XV, que muestra una variedad de hallazgos arqueológicos locales.
El puente romano que pasa por encima del río Tâmega ostenta dieciséis arcos y fue concluido en el año 100.
Chaves está especialmente orgullosa de sus fuentes termales, localizadas cerca del centro de la ciudad, de las que brotan aguas minerales a una temperatura de 73 ºC, las más calientes de Europa, que se utilizan para tratar una amplia variedad de enfermedades.
En las colinas circundantes se construyeron dos fortalezas: el Fuerte de San Francisco, en el siglo XVII, con impresionantes murallas que lo unían al antiguo sistema defensivo de la ciudad y alojando ahora el
Hotel Forte de São Francisco, y el Fuerte de San Neutel, construido para darle apoyo.
Otras construcciones fortificadas interesantes son el Castillo de Monforte, del siglo XIV, y la torre de granito del Castillo de San Esteban, del mismo período.
Además, el municipio tiene otro balneario muy conocido, Vidago, favorito de la realeza en el siglo XIX. Fue el rey Luís que inauguró el gran
Vidago Palace Hotel, que, si bien ha sido renovado, aún conserva su viejo encanto y actualmente brinda bien cuidados céspedes, campos de golf, lagos, piscinas de natación y otras comodidades.
Chaves es reconocido en todo Portugal por su jamón ahumado pero también ofrece otra gran variedad de excelentes carnes curadas, embutidos y salchichas.
En cuanto a las artesanías locales, la alfarería y cestería de Vilar de Nantes y las alfombras hechas a mano de Soutelo merecen conocerse.
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