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Sin monumentos importantes, el municipio de Vieira do Minho se vanagloria, sin embargo, de un patrimonio natural inigualable, con dramáticas crestas azotadas por los vientos, verdes valles arbolados y deslumbrantes lagos de montaña formados por numerosos azudes.
La sede del municipio, Vieira do Minho, está dominada por los impresionantes cantos rodados de la Sierra de Cabreira y rodeada por densos bosques de roble, pino y tejo.
Cruzada por el río Cávado, la impresionante belleza azul de aguas límpidas que perfilan el verde lujuriante de las montañas es especialmente visible en Caniçada, donde una represa ha creado paisajes inolvidables.
Situada en medio de la reserva natural del Parque Nacional de Peneda-Gerês, se encontrará aquí la rústica y encantadora
Pousada de São Bento, y se podrán practicar algunos deportes acuáticos en el río Cávado.
En el antiguo pueblo de Rossas se conserva una picota interesante y el río Ave, que corre cuesta abajo sobre una colina cubierta de piedras y rocas, embiste contra ellas con gran ruido y espuma, en contraste con los pacíficos molinos de viento y campos arbolados de las riberas.
Además de sus bellezas naturales, el condado ofrece una gastronomía rica y tradicional, con excelente ternera, asado de cabrito, trucha fresca, jamón casero y salchichas, y la típica
broa, el pan de maíz de corteza gruesa y crujiente.
Las manualidades locales incluyen trabajos en cobre y mimbre y, en especial, canastas tejidas.
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